Alma en Cueros

Archive for 15 de diciembre de 2008

La partida de ajedrez

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

ajedrez1Soy un pésimo jugador de ajedrez. Varias veces en mi vida he intentado mejorar pero nunca he pasado de torpe principiante. Siempre he realizado aperturas muy conservadoras, exponiendo poco y resistiéndome siempre al cambio de piezas.

En la nueva partida de ajedrez de mi vida decidí abrir arriesgando. Realicé una apertura decidida, exponiendo todas mis piezas, con la temeridad de dejar al descubierto y sin la guarnición de un mísero peón, a mi rey. Sacrifiqué sin compasión alfiles y caballos centrado únicamente en despejar el camino hacia el rey contrario para lanzar un temerario y arriesgado jaque con mi reina. Sabía que el adversario podría cubrirse rápidamente y en un par de movimientos destrozar a mi rey expuesto, pero confiaba en mi irresponsable y sinceramente dolorosa ofensiva a pecho descubierto. No importaba que el jaque se resolviera en mate -era bastante seguro que no se resolverí­a así­- sólo importaba el movimiento. El adversario intuyó mi movimiento y suavemente, de manera casi imperceptible, se cubrió con su alfil. Y ahí me quedé, con mi rey expuesto, esperando un jaque mate que no llega. El adversario mueve sus piezas lentamente, pensando mucho sus movimientos, y tan pronto parece que definitivamente va a destrozar a mi rey, como descubre el suyo o me tienta ofreciéndome un inválido peón. No sé si quiere firmar las tablas, pero sería descabellado en su posición, además de imposible -la partida está en una situación que impide recuperar las tablas iniciales-. O bien, de una vez por todas se decide a darme el jaque mate, o bien, en una maniobra imposible, descubre definitivamente su rey para que la saeta de mi reina atraviese definitivamente el corazón de su rey.

Los tiempos de espera entre movimientos se hacen eternos. El adversario no toma ninguna iniciativa en ningún sentido y yo, ya sin torres, no tengo opción de contrataque. Mis únicas opciones son cubrir a mi rey con mi reina y perderla también, y en ello perder lo ganado en mí, o esperar que mi adversario decida terminar la partida en uno u otro sentido.

Me va tentando la opción de la retirada; golpear con el pulgar a mi rey y hacerlo caer vencido sobre los cuadros o simplemente levantarme y marcharme. La expectativa de permanecer eternamente sentado esperando la resolución de una partida decidida no me tienta en absoluto.
Si a alguien se le ocurre algún movimiento resolutivo con las escasas piezas que me quedan, agradecería el consejo.

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Seis semanas desnudo

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

barco6Siguiendo con la cuenta ya son seis las semanas de mi aventura con el alma en cueros. No hay grandes novedades que añadir, salvo que sigo en un compás de espera, sin saber demasiado bien si avanzar o retroceder. Supongo que es tiempo de calma, pero es difícil asumir esa calma después del ajetreo emocional de los últimos meses. La razón va ganándole terreno al corazón y el abatimiento y la desesperanza vuelven a anidar en mi ser. El cansancio físico y mental me va agotando y me resulta difícil renovar ilusiones. Vuelvo a vivir pensando y no a vivir sintiendo como me propuse.

Pero no voy a renunciar a mi aventura existencial. La semana pasada fuí consciente de que soy un hombre fracasado en lo humano: ninguno de mis proyectos vitales ha llegado jamás a término. Por eso mismo, porque no quiero alargar más la lista de mis fracasos vitales, no voy a saltar de este barco. Llevaré hasta el final, aunque suponga el hundimiento de mi endeble ánimo, este barco renqueante de mi ser desnudo. Bregaré con las olas del abatimiento, la desesperanza y las convenciones sociales para llevar a puerto, sea el que sea, el ser nuevo que me he propuesto ser. Aunque los jirones de mi piel vayan uniéndose a la estela del barco de mi aventura he de mantenerme a flote con el rumbo decidido de permitir que los vientos de la veracidad y la desnudez emocional hinchen las velas de mi corazón desnudo.

Esta nueva semana me he propuesto dos objetivos: resolver una duda y digerir un nuevo fracaso.

15 de Diciembre de 2008

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La canica y la papelera

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

mundo-canica El otro día andaba un poco cabizbajo permitiendo que mis pesares y las oscuridades de mi pesimismo esencial reocuparan las habitaciones de mi existencia de donde los expulsé, cuando, un sobre de azúcar del café me devolvió a mi nuevo ser. «Da igual, prueba otra vez, fracasa otra vez, fracasa mejor». Debo reconocer que lo que me llamó la atención fue la pertinacia en el error: «fracasa otra vez, fracasa mejor». ¿Por qué esa obsesión en fracasar? ¿Para qué volver a probar si se ha de volver a fracasar? Supongo que el autor de la frase pretendía decir lo contrario, supongo que pretendía animar a no perder la esperanza, pero yo, rebuscado y cínico, me refugié en ese pesimismo destilado de soslayo. Lo cierto es que me guardé el sobre de azúcar.

Al día siguiente aún seguía en mi pantalón, y al llegar a clase lo saqué y se lo mostré a una alumna. «Esto es lo mismo que lo de la canica y la papelera que siempre nos dices tú.» ¡Ostras! ¡Es posible la reflexión en la ESO! Yo añadí : «Sí, puede ser, pero fíjate que se trata, en definitiva de seguir fracasando.» «Pero, fracasar mejor es estar cerca de acertar, ¿no?»

¡Increible! Definitivamente, la muchacha había captado mejor la esencia que yo. Efectivamente, aquéllo era como lo de la canica y la papelera…..

Cierto día, mientras bregaba con la apatía habitual de mis alumnos de 4º, me mostraron que estaban desesperanzados, pues empezaban a comprobar que les iba a ser imposible aprobar y conseguir el graduado. Esa sensación derrotista general me llevó a proponerles un ejemplo. Su problema es que llevan años sin haberse esforzado prácticamente por nada, y ahora comprobaban que necesitarían esforzarse mucho para conseguir lo que querían, y los primeros resultados no estaban siendo satisfactorios.
«Bien, veamos. ¿Qué diriais si os digo que soy capaz de introducir una canica en la papelera del otro extremo de la clase después de hacerla rebotar una única vez en el suelo? Direis que es imposible y os equivocareis. ¡Es posible! Sólo que probablemente no lo será en el primer intento. Si lo consiguiera a la primera diríamos que ha sido cuestión de suerte y ya sabemos que la suerte no es controlable. Pero si yo me empeño en ello y repito la acción un número suficiente de veces, al final lo conseguiré. Cada vez que lance la canica y no entre en la papelera me sentiré un poco frustrado, pero iré aprendiendo cómo debo lanzarla para conseguir que entre, y, al final, entrará. Lo mismo debéis hacer vosotros, seguir intentándolo y aprender como mejorar cada intento.»

Mi alumna me citó a mí mismo y me recuperó para mí mismo. He de volver a lanzar la canica hacia la papelera. Habría sido cuestión de suerte que la canica entrara después de unos pocos intentos. Debo seguir lanzando la canica y creo que mis fracasos empiezan a enseñarme a lanzarla mejor. Sin duda, la canica al final entrará en la papelera.

3 de Diciembre de 2008

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Y pasa el tiempo

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

barco6 «Y pasa el tiempo y mientras pasa considero que es una falta de respeto y un engaño tan ruín, que cuando al fin ya sé como funciona el juego, se me acaban las monedas; ironías de vivir.» («Y pasa el tiempo» Revólver, álbum 21 gramos)

Pues eso, que pasa el tiempo y aunque no quiero considero que es una ironía cruel que ahora, por fin, ya sé cómo debo vivir y sentir, se me acaban las monedas de los bolsillos, se me escaparon las ocasiones de mostrar mi nuevo ser. Ahora que al fin soy quien quiero ser ya he agotado mis opciones. En la pantalla de mi vida apareció «Game Over. Insert coin, please», y tras rebuscar en mis bolsillos me encuentro sin monedas.

Llegó el tiempo de la calma y los bolsillos vacíos vueltos del revés. Y aunque ese es el modo por el que quiero transitar por la vida, no puedo dejar de considerar que es irónico y cruel comprobar que no puedo continuar la partida. He agotado mis opciones, he consumido mis oportunidades, y cuando por fin sé cómo jugar y ganar, no puedo insertar monedas en la ranura porque las consumí todas aprendiendo torpemente a jugar. ¿Es o no un engaño ruín?

11 de Diciembre de 2008

http://www.youtube.com/watch?v=vOc5Tkc1LEs&feature=related_



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Cinco semanas desnudo

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

barco6Me he propuesto ir contando las semanas de mi aventura con el alma en cueros. Ya son cinco.

Caminando transparente y sin complejos se mira el mundo con detenimiento y sorpresa. Me pasan cosas absolutamente extraordinarias, tanto para bien como para mal. Me suceden cosas de esas de las que has oído hablar alguna vez o has visto en alguna película pero que crees que nunca te pasarán a ti. Cierto es que aquello extraordinario que anhelo no me sucede, pero si no quiero traicionar la esencia de mi nueva situación en el mundo habré de conformarme con mis sucesos extraordinarios ordinarios inesperados.

La reflexión de hoy es que debo vivir sin esperar nada, puesto que cuando no se espera nada cabe esperarlo absolutamente todo. Esperándolo todo probablemente nada de lo recibido será suficiente; no esperando nada todo lo llegado será suficiente.

Hoy mi corazón desnudo sigue en el mismo lugar de hace 5 semanas. Veremos hasta cuando.

6 de Diciembre de 2008

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Recuperando sensaciones

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

barco6En el escaso margen de tiempo que separa el sábado del lunes, mi estado anímico ha mutado de apagado y conformista a efervescente y esperanzado. ¿Será que sigo siendo una montaña rusa emocional o será que recupero las sensaciones que me hicieron salir del infierno para ganar mi libertad? Con franqueza confieso que creo más en la segunda opción.

Aprender a vivir con el alma en cueros, o colgado del viento, no es fácil. En ocasiones dejo que se apodere de mí el abatimiento y la desesperación, y ansío recuperar las seguridades inciertas en las que falsamente me sostenía antes de mi salto al vacío. Pero afortunadamente, tras dos semanas de decaimiento, he recuperado la insensata sensatez desafiadora de tópicos y certezas compartidas dogmáticamente, para elevarme de nuevo en mi ascenso desenfrenado hacia las nubes de la si(n)razón en busca de los campos elíseos de mi co(n)razón. Hoy vuelvo a sentir las ganas de vivir inquebrantables de hace un par de semanas, y mis bolsillos vuelven a estar cargados de esperanza. Hoy creo, otra vez, que, al final, la canica entrará en la papelera.

1 de Diciembre de 2008

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Cuatro semanas desnudo

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

barco6Esta noche se cumplirán mis primeras 4 semanas con el «alma en cueros». Esta noche se cumplirán las primeras 4 semanas desde que abandoné todas mis seguridades emocionales. Esta noche se cumplirán las primeras 4 semanas desde que descorrí el último cerrojo de mi intimidad y desvelé el último de mis innecesarios secretos. Esta noche se cumplirán 4 semanas de resfriado físico y anímico.

Esperaba vivir a flor de piel sintiendo la vida y no sólo pensando la vida como hasta ahora, pero no está siendo del todo así. Cuando abandoné todas mis seguridades y me decidí a vivir en el aire, esperaba apartar de mí el sujeto extremadamente racional que fuí, y, aunque así va siendo, el trayecto no está siendo precisamente agradable. Sigo rastreando seguridades que no hallo. Cuando me sorprendo a mí mismo buscando cables en los que sujetarme me corto las ganas, pero, en algún momento, habré de recuperar alguna seguridad. No puedo ser siempre un funambulista emocional.

Esperaba también pensar menos y vivir más, y me encuentro a mí mismo pensando de nuevo cada cosa que hago y digo y escogiendo, como siempre, la peor opción: no escoger.

29 de Noviembre de 2008

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Mi historia con los sobres de azúcar

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

mundo-canicaDesconozco qué avispado empresario tendría la feliz idea de escribir frases célebres en los sobres del azúcar, pero, sin duda, hay que reconocerle el servicio incuestionable que prestó a la humanidad en general y a los cafeinómanos de barra en especial. En esta segunda subespecie es donde me encuadro yo.

Tengo una especial relación con los sobres eruditos del azúcar. Cada vez que tomo café en algún lugar donde te sirven esta culturilla ensobrada, le doy la vuelta con delicadeza al sobre esperando encontrar Dios sabe qué reveladora verdad existencial. Es como un acto ritual y casi ascético. Por lo general las sentencias edulcoradas son de una ñoñez insoportable. Pero es inevitable: cada café espero, al darle la vuelta al sobrecito, encontrarme con alguna frase que me revele el secreto inextricable de mi existencia, o la verdad incógnita de mi esencia.

De cualquier modo, creo que es una práctica, la de añadir sentencias célebres al sobre del azúcar, que está desapareciendo porque en los últimos meses tan sólo me he cruzado con dos sobres eruditos. El mensaje del primero de ellos ya lo cité hace algunos días (https://almaencueros.wordpress.com/2008/12/15/la-canica-y-la-papelera/). El segundo, que me encontré esta semana, era: «Cualquier cosa que realmente desees, lo puedes lograr si realmente vas tras ello.» También esta vez me guardé el sobre vacío del azúcar. Se trata, con diverso matiz, de la canica y la papelera otra vez.

El matiz añadido en esta ocasión no tiene tanto que ver con la insistencia y pertinacia como con la pasión del deseo. Esta vez, el secreto para conseguir lo que se anhela no está en la repetición incansable sino en la autenticidad del deseo de lograrlo. Uniendo ambos sobres, se va conjugando la verdad indubitable del éxito: desear, actuar. ¿El siguiente verbo del próximo sobre sorpresa del azúcar será errar?

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Descripción del Síndrome Tampax

Posted by almaencueros en 15 diciembre 2008

mundo-canicaEsta tarde le he dado forma de nuevo a uno de mis pensamientos recurrentes. He vuelto a llegar a la conclusión de que soy y seré el chico «tampax», o «kleenex» o «evax». (¿Por qué acabarán todos en «x»?) Soy esa persona a quien nadie presta demasiada atención, que no es excesivamente importante para nadie, que no es especialmente significativo, que no supera la barrera del compañero o casi amigo o conocido. Esa persona cuya presencia e incluso su existencia pasa desapercibida y no resulta importante mientras no se le necesita, pero que adquiere dimensiones de absolutamente necesario en cuanto aparece una urgencia repentina, generalmente en forma de hemorragia emocional o existencial o anímica. Se recurre a él para que contenga la hemorragia, solucione el problema y, al igual que con los elementos desechables que dan nombre a mi particular síndrome, después de contenida y recogida la hemorragia, el sujeto lo abandona en la papelera más cercana cargado y sucio con los restos de la hemorragia suturada, para no volver a prestarle ninguna atención mientras no sean de nuevo requeridos sus servicios. Mientras tanto, el individuo cuya hemorragia ha sido contenida gracias al desechable instrumento, se aleja limpio y sano de la papelera en la que arrojó, inmisericorde, a su singular salvador.

¡Ése soy yo! El «tampax» o «kleenex» o «evax» de la vida de mis semejantes. Curiosa vocación. Peculiar servicio social el que presto, en muchas ocasiones muy a mi pesar. Debería ya estar acostumbrado a esto, pero no lo estoy. Cuando yo he necesitado de los servicios de este tipo de elementos desechables, después de que sirvieran a su peculiar fin, no los he abandonado en ninguna papelera sino que me los he guardado en el bolsillo, aun sucios y usados, reconociendo el valor incalculable que en su día tuvieron, y mirándolos y tratándolos con aprecio de vez en cuando. Pero, yo no soy el resto del mundo, ni el resto del mundo es como yo. Afortunadamente.

26 de Noviembre de 2008

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